Hacia el final de sus vidas, Shakespeare, en La tempestad (1611), su última obra teatral, y Cervantes, en“La ínsula Barataria”–el Quijote, Segunda Parte (1615)–, coincidieron en adoptar, curiosamente, un escenario insular. A partir de esos legados, se busca recomponer la ardua fisonomía de unas islas inmersas en lo que Seamus Heaney llamó“los seculares poderes del tormentoso Atlántico”; acaso, porque, a diferencia del Mediterráneo (considerado, en ambas tramas, Tierra Firme de sus duques respectivos), no es un mar sino un Océano–o un mar medi-oceánico...–. Y se contrastan, para ello, materiales de autores insulares de diversas latitudes: cubanos, como Lezama y su Teleología de lo insular, N. Guillén o Sarduy...; antillanos de otras lenguas, como D. Walcott o A. Césaire, quien, en Una tempestad, reubicó la obra de Shakespeare en el Caribe; canarios, desde Cairasco a P. García Cabrera (El hombre en función del paisaje)..., o irlandeses, como Joyce, Beckett o el propio Heaney, quienes, desde su común trastierro, argumentaron la imposibilidad de abandonar la isla. La misma preeminencia del espacio (geográfico) e irrelevancia de lo temporal (histórico) que Cervantes y Shakespeare otorgan a sus islas respectivas, se observa, en efecto, en esa vasta región acuática que Breton canonizó como Meca del Surrealismo. 

  • Editorial: PRE-TEXTOS
  • Paginas: 200
  • Edición: 2018
  • Idioma: Castellano
  • Peso: 250
  • Alto: 1000 mm
  • Ancho: 23 mm
  • Largo: 14 mm
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • ISBN 9788417143763

Waldhuter Libros
Pavón 2636 - Bs. As - Argentina
Tel.: (54-11) 60914786
[email protected]