El alma de los delfines es, en principio, la historia de una educación sentimental en la que el descubrimiento del amor y del sexo, no siempre emparejados, se van configurando en torno a una época y a una ciudad, Barcelona. Este proceso, narrado en primera persona por el protagonista, da pie a una segunda lectura del texto que no es más que una meditación sobre la vida. Ambas visiones se entrelazan a lo largo de toda la novela a través del puro gusto de contar. El alma de los delfines es, también y sobre todo, una tela de araña de relatos en la que el lector no puede dejar de sentirse atrapado. Es un libro con el que divertirse, tanto en el sentido más usual de la palabra como en el etimológico que, derivado de la raíz latina divertere, significa apartarse### es decir, salirse hacia fuera. Las cuitas del protagonista se debaten entre las de guillermo Brown y las del personaje de Bujowski y con vitalismo parecido. Este paralelismo se muestra a través de un aprendizaje lúdico de la vida y de las contradicciones que va suscitando. Una propuesta que se resume en la frase de uno de los personajes femeninos de la narración: “juguemos y no paremos nunca de jugar”. Es, precisamente, el sentido del sinsentido que se infiere de esa forma de ver las cosas lo que hace que el alma de los delfines sea, también, un juego
- Editorial: MONTESINOS
- Paginas:
416
- Idioma:
Castellano
- Peso:
466
- Encuadernación:
Papel
- ISBN
9788476391464
