El punto de partida lo da según se piense la estructura. Creemos que decir que la estructura es una práctica de goce nos permite ponernos en relación a la misma en diferentes y variadas formas de esa práctica. Y pensar, así, al analista como alguien que se incluye en la estructura, también con una práctica; claro con el intento de rectificar aquello que se empantana, cruje, grita, ahoga, espanta, o enloquece, según los casos y situaciones. Lacan intentó definir esa práctica del analista a partir de la noción de presencia del analista; que en algunos trabajos se la ha pensado como presencia inquietante; a nosotros no nos parece que sea así, sino por el contrario, una presencia que trabaja a contrapelo del trauma. Si el trauma está producido eminentemente por la palabra, esa presencia silenciosa –pero no pasiva- aporta disminución de tensión al trauma de la lengua. Y a esto hemos querido llamar –tomando de aquí y de allá- el cuerpo del analista.
- Editorial: COLECTORA
- Paginas:
200
- Edición:
2017
- Idioma:
Castellano
- Peso:
250
- Encuadernación:
Rústica
- ISBN
9789874653611