Tras la cumbre de Tampere de 1999 el principio de reconocimiento mutuo se configuró como "la piedra angular de la cooperación judicial en materia civil y penal". Si bien en el ámbito civil ya se habían dado algunos pasos para su puesta en práctica, en el penal los Estados miembros se mostraban más reacios su total aplicación. Fueron los atentados del 11 de septiembre los que aceleraron todo el proceso de configuración y aceptación del mencionado principio, siendo su primera manifestación
la Decisión
marco 2002/584/JAI del Consejo, de 13 de junio de 2002, relativa a la orden de detención europea y a los procedimientos de entrega entre Estados miembros. La "euroorden" revoluciona y actualiza los tradicionales sistemas de extradición al judicializar el proceso y abreviar considerablemente los plazos de entrega,. Sin embargo, la orden de detención también presenta problemas especialmente relevantes desde el punto de vista de la doble incriminación o de los derechos fundamentales del detenido. Ésta y otras cuestiones son minuciosamente estudiadas en el presente volumen, presentándose diversas visiones y perspectivas gracias a la gran variedad de ponentes participantes de distintas nacionalidades y ámbitos jurídicos.
