Sobre la esencial utilidad de la lectura ya se ha escrito demasiado,
pero muy poco sobre su inutilidad, y aun así nunca será lo
suficiente.
La inutilidad se ha convertido en un valor en desuso, pero es
más esencial que el aire espeso y contaminado de las ciudades,
más que el despojo de la irremediable y tosca realidad, y
todavía más que la obstinada confusión de presencias y de
ausencias de la comunicación breve, eficaz e inmediata.
La de la inutilidad es una virtud cuyo sentido no puede atesorarse
sin mencionar que es inútil para este mundo estar leyendo, que
molesta o perturba o incomoda el individuo lector no sometido
a la actividad permanente ni dócil a la lógica del provecho, del
consumo y de la finalidad.
Es que la lectura no sirve para nada, pues, y esa es su única o mayor
virtud.
No sirve, si por servir entendemos servidumbre y pérdida de
singularidad. No sirve si de lo que se trata es de morirnos antes o
enseguida, sin importarnos otras vidas y otras muertes.
Es inútil la lectura. Y sin embargo...
- Editorial: WALDHUTER EDITORES
- Paginas:
184
- Edición:
2019
- Idioma:
Castellano
- Peso:
200
- Encuadernación:
Tapa blanda
- ISBN
9789874916099