Ante estas jornadas sobre paz ETA había declarado una tregua en la que todos habíamos creído. Se confiaba en una libertad de expresión no sujeta a amenazas y en el respeto a los derechos humanos. Se dibujó el mundo feliz y se habló de política como si el entendimiento entre personas de opiniones distintas resultase no sólo deseable, sino hasta posible. Fue una fe común que se ha perdido en el momento de la edición. Recuperar esa oportunidad para la paz será difícil, pero no imposible. Este libro recoge testimonios de políticos, periodistas, gentes de la universidad, escritores, intelectuales y ciudadanos.
