Antigona, hija de Edipo, hermana de Polinice, considerado éste traidor a su patria, desobedeció las órdenes de Creonte, rey e Tebas y enterró el cuerpo de su hermano con los últimos honores. Condenada a ser enterrada viva, Antígona se mata colgándose. Hemón, hijo de Creonte, la amaba y se mata apuñalándose. Eurídice, esposa de Creonte, se mata deseperada. El personaje de Antígona es célebre por la distinción que sugiere entre leyes escritas y no-escritas a las que Antígona obedece enfrentándose a Creonte. Encontramos también esta distinción en Platón a propósito de la muerte de Sócrates y en Ben Bergson con sus conceptos de moral abierta y moral cerrada. Esta distinción puede tener varias interpretaciones: puede ser consecuencia de una simple rebeldía individualista, o la afirmación de la conciencia moral, reflejo lúcido y activo de toda ley. Esta conciencia vigila si el Estado, la Religión o el Partido son ellos mismos fieles a sus propios ideales. Esta constante crítica de la conciencia hacia el propio compromiso con la verdad, es el motor mismo de la moral. La conciencia está sometida a la moral, a la disciplina, pero por encima de ésta, está eñ ideal, que puede entrar en conflicto con la moral y provoca el problema de la distinción entre leyes escritas y no-escritas. Este deber de lucidez de crítica constructiva y de rebelión justificada es el mensaje de Antígona.
- Editorial:
- Paginas:
88
- Idioma:
Castellano
- Peso:
138
- Encuadernación:
Papel
- ISBN
9788484721185