El hombre nacionalista, vive en Cataluña, en el País Vasco, pero también en Irlanda, Quebec, Flandes, Córcega… Es materialista, pragmático, consumista, moderno, en suma: anodino y feliz como el hombre-masa de cualquier parte de este globalizado planeta. Y, sin embargo, lo que da sentido al hombre nacionalista constituye al mismo tiempo la negación de esa modernidad en la que se baña. Nada hay, en efecto, menos materialista que plantar la lengua en el centro del mundo, nada hay menos pragmático, menos moderno que afirmarse invocando a los muertos y al pasado.

El hombre nacionalista se abraza ala lengua, al pasado a la colectividad…, pero sólo en parte. Sólo ama una lengua y excluye la otra. Sólo reafirma un pasado y reniega del otro. Se quiere unidimensional…, cuando la dualidad de su país, si la aceptara, sería su riqueza: la de esa España que no es en absoluto un simple envoltorio jurídico, un mero Estado: una cáscara. Aunque a ello pretendan reducirlo.

  • Editorial: ALTERA
  • Paginas: 124
  • Idioma: Castellano
  • Peso: 174
  • Encuadernación: Papel
  • ISBN 9788489779204

Waldhuter Libros
Pavón 2636 - Bs. As - Argentina
Tel.: (54-11) 60914786
[email protected]