Vidas de artista

Decir que este trabajo de Mónica Bernabé es una aporte valioso, renovador y rupturista es afirmar una verdad insoslayable, pero no toda la verdad. Porque su ojo crítico, al posarse en un momento clave de la literatura latinoamericana del siglo XX, no mira desde una sola perspectiva### esa mirada nunca es unilineal: es múltiple y penetrante, es plural y conjuntiva. Bernabé se detienen puntual y circunstancialmente en la actividad de tres escritors que dejaron huellas indelebles en una época de cambios, pero la íntegra historia de esos años aparece involucrada al sesgo en un sostenido asedio. De allí que a fuerza de preciso el título de este libro resulta engañoso. A través de él se nos informa que el recorrido va de Simbólicas de José María Eguren a Trilce de César Vallejo### que se analiza el hacer de José Carlos Mariáteghi, Abraham Valdelomar y Eguren### que Lima obra como eje cultural a conquistar y desplazar### que el análisis hace incapié en la bohemia y el dandismo, pero el contundente "vida de artistas", expande el significado de amban categorías como articuladoras de tensiones profundas, aquellas que transitan entre el hispanismo y el indigenismo, que leen el Modernismo como prefiguraciones de las vanguardias. Sí, todo eso puede leerse desplegado en estas páginas### pero hay más, mucho más. Por ejemplo, el último señalamiento es leído también y mejor: Juan Croniqueur, el Conde de Lemos y el habitante del "palacio cristalino" serán los genitores de la vanguardia en el Perú. Comprobación que muy bien puede servir para erradicar el malentendido del "posmodrnismo" en otros ámbitos latinoamericanos. Libro epléndido por la cantera abierta, donde hay ricos minerales a la vista y otros muchos escondidos, aun más preciosos.