La publicación, a principios de los años 90,
casi en continuado, de El río sin orillas, Lo imborrable
y La pesquisa y la reedición, a partir de entonces, de toda su obra
–que ya sumaba una extensa decena de títulos– en una de las
mayores editoriales de la Argentina promovió una inusitada
presencia de Juan José Saer en los medios gráficos: anticipos
de sus nuevos libros, anticipos de los viejos libros agotados o
descatalogados, reseñas y entrevistas. Muchísimas entrevistas.
El adorniano Saer, aquel que parecía haber hecho propia la
figura de Witold Gombrowicz –“el escritor no es nada, nadie”–
se somete, en Una forma más real que la del mundo, a las
exigencias de la industria cultural.
Los entrevistadores quieren saber. Y puestos a saber, quieren
saber todo. Desde el argumento de Nadie nada nunca hasta
si Saer “se considera un hombre feliz”. Sin embargo, toda la
parafernalia de la intimidad del autor queda resguardada detrás
de una potente figura que va siempre detrás de su obra.
Y lo personal, lo íntimo, queda reducido a lo que los cronistas
“ven” antes de que empiece la conversación. Si está descalzo.
Si tiene puestas unas sandalias franciscanas. Si los zapatos
parecen viejos. Si la camisa está entreabierta. Si tiene puesta la
misma ropa que “ayer”. Si toma whisky. Si toma agua. Si fuma
mucho. Si está en su casa, en París. O en la casa de unos amigos
(en Buenos Aires, o en Colastiné). O en un bar. O en un hotel.
O en un auto. Inmediatamente después de esa impresión
de superficie, que es todo lo que Saer “deja ver” a sus
interlocutores de ese otro que también es él, se pone a hablar.
Martín Prieto
- Editorial: MANSALVA
- Paginas:
232
- Edición:
2016
- Idioma:
Castellano
- Peso:
282
- Encuadernación:
Tapa blanda
- ISBN
9789873728372