Calar hondo en la batalla, un título fuerte, sugerente, tan embravecido como la propia poesía de su autora. Tiempos de cambio, tiempos de verdades desgarradoras, valientes, auténticas. Tiempo de mujeres. Las mujeres siempre tuvimos un tiempo, pero un tiempo relegado y de postergaciones. ¡Cuántas mujeres hicieron historia! Gracias a ellas, por ellas y por esta imagen de nueva mujer que hoy se asoma, versos como estos dan la impronta, la cabida a la esperanza y a la justicia. Ya no es tiempo de silencios, es tiempo de alzar la cabeza, de caminar erguida y de gritar, las veces que se haga necesaria, la sed de justicia tantas veces postergada.
Es la gramática protegida en su perfección la que también alimenta sanamente la vida, la vida del relato poético que como posta podrá pasar de mano en mano, de ojos en ojos, de bocas en bocas, de oídos a oídos para que se nos adentre y para que unifique a tantas mujeres y para que advierta a tantos desaforados y para que nos enseñe y para que aprendamos.
No hay nada más genuino, más sanador y generoso que exponer la herida abierta, la herida que cuando parece cerrar, se abre y vuelve a abrirse y otra vez a cerrarse. El dolor dicho y compartido calma la respiración desesperada y solitaria, que  se vuelve más serena al ser compartida. No desaparece la cicatriz, y eso también es salvador. La cicatrices  nos recuerdan: por acá pasamos y este pasar nos hizo daño. El dolor también nos salva, nos salva si lo recordamos y al reavivarlo le decimos “¡No!” y alzamos la vista y nos valoramos mujeres, en una ronda de mujeres hermanadas, abrazadas en un nunca más que nos fortalece.

Waldhuter Libros
Pavón 2636 - Bs. As - Argentina
Tel.: (54-11) 60914786
[email protected]