Una Biblioteca Para Leer La Nación

Audaz, penetrante y elegantemente escrito, este ensayo de Lelia Area nos invita a repensar la construcción del canon literario sobre el cual se funda el imaginario nacional argentino a partir de una relectura sutil y a contrapelo de los clásicos. Su hipótesis, que gravita teóricamente en torno a las corrientes neohistoricistas y poscolonialistas que estudian la nación como un constructo cultural y discursivo, se inspira sin embargo en el provocativo acertijo que formulara hace ya años David Viñas en cuanto a que la literatura argentina comienza con Rosas. Area argumenta entonces que la memoria histórica y la identidad nacional argentinas, elaboradas siempre en relación a ese punto cero y aleph inescrutable que es la figura de Rosas, verdadero síntoma de nacionalidad argentina, en última instancia, se sustentan en un imaginario fundado desde el rencor, el resentimiento y la venganza. La literatura nacional podría desde esta perspectiva leerse como el montaje de una biblioteca facciosa, un territorio imaginario fundado desde un mito (en) negativo por una generación de conjurados, una monstruosa invención estratégica que futuras generaciones insistirían en reiterar y refrendar. El canon resulta así un mapa sobre el cual desandar (y desarticular) la biblioteca concebida como (metáfora del) territorio nacional: dos grillas de lectura que Lelia Area maneja con perspicacia y solvencia analítica. Un gozo para la lectura y un estimulante disparador de preguntas que continúan inquietándonos. Abril Trigo.